Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Como no entiende, va de nuez: en una entrevista televisiva, el alcalde de Culiacán Jesús Estrada Fe...
Juan Manuel Partida Valdez
Como no entiende, va de nuez: en una entrevista televisiva, el alcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro ofreció una disculpa a todos los periodistas a los que pudo haber ofendido sin intención, con su cantaleta de que no violentó los derechos humanos de nadie, en su alegato de que él es el ofendido y de ninguna manera el agresor.
El abogadito leyó parte de la constitución y tratados internacionales para decirnos luego que los medios de comunicación no tienen derechos humanos.
Dijo que las recomendaciones de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos no tienen ningún sustento legal, pero que las acepta por lo rete buena gente que es y porque quiere tener una muy buena relación con los medios y los periodistas, a quienes volvió a acusar de mentir, engañar y difamarlo.
No crea usted que es broma.
Y no se confunda, alcalde: ningún odio ni enemistad personal hay de mi parte.
Lo que he dicho de su persona surge de lo que usted hace y dice; miles de culiacanenses que callan o usted no escucha están también totalmente convencidos de que le falta más de un tostón para el peso.
Su “disculpa” y sus declaraciones de ayer son confirmación plena de lo anterior.
¿VERDAD NOTARIAL?
La fe pública por parte de notarios es un instrumento valioso que no pocas veces es utilizado de manera indebida e ilegal.
Informamos hoy sobre un asunto que se litiga por el momento en el ámbito civil respecto de posibles actos irregulares y delictuosos en los que se involucra a un notario público en el señalamiento del despojo de 57 hectáreas de riego en la comunidad de El Vergel, municipio de Navolato.
Un juicio testamentario en trámite cambió de la definición legal en cuanto al reparto de la herencia a la acusación de abuso de confianza y robo, y se involucra en estos hechos al notario público número 160, Manuel Guillermo García Rendón.
Se presenta como presunta prueba una acta notarial en la que García Rendón da fe de que la señora Josefina López Calderón otorga el “poder general para pleitos y cobranzas, actos de administración y actos de dominio” a favor de su sobrino José Daniel Garzón López, quien “podrá vender, dar en pago, gravar, afectar en fideicomiso y de cualquier manera disponer de los bienes del poderdante, con las facultades de dueño, con facultades inclusive para adquirir para sí misma”, eximido de la obligación de rendir cuentas de cualquiera de los actos efectuados con motivo del ejercicio del poder del mandato en cuestión.
En esa acta, el notario Manuel Guillermo García firma que “conozco personalmente a los otorgantes, quienes a mi juicio tienen capacidad jurídica bastante para celebrar este acto”, y que “los otorgantes leyeron por sí mismos la presente escritura, y se manifestaron conformes con su contenido”.
En el juicio civil testamentario, se acredita que la señora Josefina López Calderón tiene un marcado retraso mental y se alega que no sabe leer ni escribir.
Con este poder notarial que se señala como ilegal, José Daniel Garzón “vendió” quince hectáreas de terrenos agrícolas a un particular, y de una irregularidad igual se acusa a su madre Teresa Celina López de Garzón, quien negoció con Jesús Manuel Patrón Montalvo 42 hectáreas propiedad de dos hermanos suyos; se señala en esto último también la intervención del ya citado notario público.
Un juicio civil que amenaza ir también a lo penal, por la supuesta comisión de diversos delitos.
Estamos hablando de terrenos con un valor aproximado a los 30 millones de pesos, con el reclamo de justicia plena y de castigo a los responsables por parte de los afectados.
Por supuesto, de nuestra parte como siempre dispuestos para las aclaraciones que cualquiera de las partes considere pertinentes.
Pendientes, pues.