Culiacán, Sinaloa.- Alfredo Díaz Belmontes, director nacional de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida, reveló que luego de habe...
Culiacán, Sinaloa.- Alfredo Díaz Belmontes, director nacional de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida, reveló que luego de haberse firmado el nuevo acuerdo de suspensión al dumping del tomate, los productores de Florida no se quedaron conformes e impugnaron el convenio ante la Comisión Internacional de Comercio (ITC por sus siglas en inglés).
En febrero los tomateros de ese estado notificaron que se salían del acuerdo ante el Departamento de Comercio de Estados Unidos y el 7 de mayo entró en vigor esa salida que originó el cobro del arancel del 17.56 a las exportaciones de esta legumbre.
El director nacional de la Amphac también explico que en el inter siguieron las negociaciones y se logró llegar a un nuevo acuerdo en el mes de agosto que se firmó hasta el 19 de septiembre una vez que transcurrió un mes para que se presentaran comentarios de ambos países
“Es un acuerdo que está en vigor, que tiene una vigencia de cinco años, metieron un recurso legal, que la ley de su país lo permite y dando como resultado que los dos procesos que se venían trabajando se reactivaran”, indicó.
Se dio a conocer que estos procesos consisten, el primero de ellos en que se continúe a investigación por dumping al tomate que se inició contra los exportadores mexicanos en 1996 a cargo del Departamento de Comercio y la determinación sobre si el tomate mexicano le ha hecho daño a la industria del tomate americano.
El primero de los procesos ya terminó donde resultó que México si incurrió en prácticas de dumping (vender por debajo de los costos de producción) que es del 20.91 por ciento; mientras que la determinación del daño sigue en curso, tema para el cual ya se aportaron pruebas al ITC y se espera que el dictamen se de para el mes de diciembre.
Díaz Belmontes, expuso que de darse una resolución negativa para México, se activaría la aplicación del dumping a las exportaciones de tomarte siempre y cuando no se eche abajo el acuerdo firmado apenas en septiembre, el otro escenario es que se determine que la industria mexicana del tomate no ha hecho daño a su homóloga estadounidense por lo que no habría nada que imputar y se terminaría todo.