Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea El PRI como partido debe reconocer los errores cometidos y declarar sus verdades para enmendar sus ...
Sobre el camino
Benjamín Bojórquez Olea
El PRI como partido debe reconocer los errores cometidos y declarar sus verdades para enmendar sus fallas. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras la derrota electoral del año pasado, que en parte se lo debe al tema de facto, cuando en aquellos momentos de gloria también se vieron favorecidos por el crimen organizado, debe tener un cambio profundo hacia dentro y hacia fuera y eliminar los grandes vicios de actitud, de tanto elitismo, de divisionismo, de tantas traiciones, que lo han alejado de la sociedad y de su militancia. Tras el proceso interno en el PRI en Sinaloa, nos han comentado que existe una simulación de muchos actores políticos para relevar a la gerente del PRI por encargo, Cinthia Valenzuela Langarica, que llegó por prelación, o bien, que hayan obligado a renunciar a Jesús Valdés (el compadrito), pues unos comentan que no se les ha notificado nada de su participación en este proceso interno, otros dicen sentirse firmes y que van por todas canicas, pero detrás de esa firmeza hay mucho trecho, ya que es evidente y se visualiza un nuevo dedazo. Pues será hasta diciembre del presente año cuando deje de ejercer la nueva cara del Comité Directivo Estatal del tricolor, lo cual sería como una especie para acomodar un poco las calabazas para el siguiente proceso interno, ¿de quienes? Muy sencillo, de los que tienen el control del PRI en estos momentos de cara al 2024. Entregarlo con firma de obituario sería reencarnar una historia de dedazo y escarnio hacia las bases. Por un frente está la cúpula del CEN del PRI, y por la otra se encuentra indirectamente el diputado local, Ricardo Madrid, que hace unos días le renunciara a la CNOP estatal del PRI, la ex senadora, Diva Hadamira Gastelum Bajo, pues con anterioridad el diputado y coordinador de la fracción parlamentaria del PRI en el congreso local, el antes mencionado, le solicitara hasta con lujo de detalles que no se fuera del partido, lo que significó todo lo contrario, pues no hay liderazgo en el PRI en Sinaloa en estos momentos de crisis, se cae a pedazos. Por otra parte, los personajes que tendrían oportunidad por la simple y sencilla razón de que vienen desde barrer las banquetas del otrora partidazo, se les controla, ofreciéndoles migajas, o bien, los escombros del edificio ubicado por avenida madero, sin número, colonia centro, Culiacán, Capital. Aunque considero que el tricolor enfrenta la situación política más difícil de su historia y requerirá de mucha voluntad y trabajo para remontarla. Entre los que considero pecados cometidos por los priistas es que siempre han sido muy disciplinados, permisivos y complacientes, con ausencia de crítica a las acciones negativas que se cometen y haberse apartado de los postulados principales de su partido como son democracia y justicia social. Si aspira a recuperarse el priismo debe presentar propuestas y soluciones reales, que sean de fondo y que se puedan aplicar, es decir que sean verdaderas. Lo primero que tienen que hacer es identificar los contenidos, lo que le ha hecho daño y resolver lo necesario y urgente, o sea, con voluntad política. El PRI debe de convertirse en un partido abierto y digital, un partido que sepa reconocer sus errores, y desde ahí, volver a disputar la confianza de la gente. Personajes sobran, no solo para cumplir como un partido de oposición, sino para su ratificación en el siguiente proceso electoral.
GOTITAS DE AGUA:
Marco Antonio Osuna Moreno, cuando asumió la dirigencia del PRI Municipal en la ciudad cañera de Los Mochis, Sinaloa, convirtió al PRI en un partido de vanguardia, en un partido dinámico, de autocrítica y de congruencia, que iba delante de las necesidades políticas de la militancia y simpatizantes. Desde allí, como líder, combatió cacicazgos y malas costumbres, reconociendo siempre al partido, entendiendo el significado y el poder de las masas, pero reconociendo no ser un hombre de masas, pues el poder lo acostumbró a compartirlo y enfocar a un partido a todo tipo de expresión política y social, que se manifestara. En todo caso, si la personalidad y esa actitud gallarda que le caracteriza, no es suficiente para ponerlo en práctica y dejarlo que participe como a cualquier otro personaje ya sea mujer o hombre, que libremente tiene el deseo de participar en este proceso interno, pues los mismos derechos tienen, como citarle a la lideresa, Nora Alicia Arellano Chávez, de los Mochis, Sinaloa, así como también, Paola Garete Valenzuela, ex diputada federal y local originaria de la Capital del Tomate, Culiacán. De lo contrario, no será suficiente ese cambio Revolucionario que dice llamarse PRI, si no cambian de actitud política. Marco Antonio Osuna Moreno se ha distinguido por ser un personaje abierto, pero duro, aunque se vaya entre las patas, un personaje aguerrido y todo terreno. En fin, la novela no concluye. Veremos en que depara este proceso interno del PRI, si se entrega por inanición o realmente se abre a las bases la participación que muchos se merecen de mucho tiempo atrás, pero que han sido apartados de sus propios derechos partidarios. Por lo pronto, a Marco Antonio Osuna Moreno se le observa con ganas de enderezar el barco. “Veremos si no le hacen manita cochi”. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
El PRI como partido debe reconocer los errores cometidos y declarar sus verdades para enmendar sus fallas. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras la derrota electoral del año pasado, que en parte se lo debe al tema de facto, cuando en aquellos momentos de gloria también se vieron favorecidos por el crimen organizado, debe tener un cambio profundo hacia dentro y hacia fuera y eliminar los grandes vicios de actitud, de tanto elitismo, de divisionismo, de tantas traiciones, que lo han alejado de la sociedad y de su militancia. Tras el proceso interno en el PRI en Sinaloa, nos han comentado que existe una simulación de muchos actores políticos para relevar a la gerente del PRI por encargo, Cinthia Valenzuela Langarica, que llegó por prelación, o bien, que hayan obligado a renunciar a Jesús Valdés (el compadrito), pues unos comentan que no se les ha notificado nada de su participación en este proceso interno, otros dicen sentirse firmes y que van por todas canicas, pero detrás de esa firmeza hay mucho trecho, ya que es evidente y se visualiza un nuevo dedazo. Pues será hasta diciembre del presente año cuando deje de ejercer la nueva cara del Comité Directivo Estatal del tricolor, lo cual sería como una especie para acomodar un poco las calabazas para el siguiente proceso interno, ¿de quienes? Muy sencillo, de los que tienen el control del PRI en estos momentos de cara al 2024. Entregarlo con firma de obituario sería reencarnar una historia de dedazo y escarnio hacia las bases. Por un frente está la cúpula del CEN del PRI, y por la otra se encuentra indirectamente el diputado local, Ricardo Madrid, que hace unos días le renunciara a la CNOP estatal del PRI, la ex senadora, Diva Hadamira Gastelum Bajo, pues con anterioridad el diputado y coordinador de la fracción parlamentaria del PRI en el congreso local, el antes mencionado, le solicitara hasta con lujo de detalles que no se fuera del partido, lo que significó todo lo contrario, pues no hay liderazgo en el PRI en Sinaloa en estos momentos de crisis, se cae a pedazos. Por otra parte, los personajes que tendrían oportunidad por la simple y sencilla razón de que vienen desde barrer las banquetas del otrora partidazo, se les controla, ofreciéndoles migajas, o bien, los escombros del edificio ubicado por avenida madero, sin número, colonia centro, Culiacán, Capital. Aunque considero que el tricolor enfrenta la situación política más difícil de su historia y requerirá de mucha voluntad y trabajo para remontarla. Entre los que considero pecados cometidos por los priistas es que siempre han sido muy disciplinados, permisivos y complacientes, con ausencia de crítica a las acciones negativas que se cometen y haberse apartado de los postulados principales de su partido como son democracia y justicia social. Si aspira a recuperarse el priismo debe presentar propuestas y soluciones reales, que sean de fondo y que se puedan aplicar, es decir que sean verdaderas. Lo primero que tienen que hacer es identificar los contenidos, lo que le ha hecho daño y resolver lo necesario y urgente, o sea, con voluntad política. El PRI debe de convertirse en un partido abierto y digital, un partido que sepa reconocer sus errores, y desde ahí, volver a disputar la confianza de la gente. Personajes sobran, no solo para cumplir como un partido de oposición, sino para su ratificación en el siguiente proceso electoral.
GOTITAS DE AGUA:
Marco Antonio Osuna Moreno, cuando asumió la dirigencia del PRI Municipal en la ciudad cañera de Los Mochis, Sinaloa, convirtió al PRI en un partido de vanguardia, en un partido dinámico, de autocrítica y de congruencia, que iba delante de las necesidades políticas de la militancia y simpatizantes. Desde allí, como líder, combatió cacicazgos y malas costumbres, reconociendo siempre al partido, entendiendo el significado y el poder de las masas, pero reconociendo no ser un hombre de masas, pues el poder lo acostumbró a compartirlo y enfocar a un partido a todo tipo de expresión política y social, que se manifestara. En todo caso, si la personalidad y esa actitud gallarda que le caracteriza, no es suficiente para ponerlo en práctica y dejarlo que participe como a cualquier otro personaje ya sea mujer o hombre, que libremente tiene el deseo de participar en este proceso interno, pues los mismos derechos tienen, como citarle a la lideresa, Nora Alicia Arellano Chávez, de los Mochis, Sinaloa, así como también, Paola Garete Valenzuela, ex diputada federal y local originaria de la Capital del Tomate, Culiacán. De lo contrario, no será suficiente ese cambio Revolucionario que dice llamarse PRI, si no cambian de actitud política. Marco Antonio Osuna Moreno se ha distinguido por ser un personaje abierto, pero duro, aunque se vaya entre las patas, un personaje aguerrido y todo terreno. En fin, la novela no concluye. Veremos en que depara este proceso interno del PRI, si se entrega por inanición o realmente se abre a las bases la participación que muchos se merecen de mucho tiempo atrás, pero que han sido apartados de sus propios derechos partidarios. Por lo pronto, a Marco Antonio Osuna Moreno se le observa con ganas de enderezar el barco. “Veremos si no le hacen manita cochi”. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…