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Juan Manuel Partida
Vaya enredo el de los supuestos hechos de violencia registrados ayer durante el proceso electoral en el que se eligió a la nueva dirigencia estatal del Partido de Acción Nacional.
El gobernador Rubén Rocha Moya aseguró que el diputado local Adolfo Beltrán no fue privado de su libertad, como se aseguró desde temprano del domingo sin un desmentido puntual por parte del legislador o de la dirigencia del partido.
Por omisiones y las versiones contradictorias, hay mentiras evidentes que deben ser aclaradas.
Para comenzar, que se puntualice si hubo “levantón” y allanamiento de la casa del diputado por parte de un grupo armado, o si parte de ello o todo lo que se informó fue puro montaje.
Que se precisen también puntualmente las agresiones, amenazas y “levantones” que panistas acusan sucedieron en cuando menos cuatro municipios, con la duda de si la violencia fue generada por panistas o desde el exterior y señalamientos directos contra el gobierno estatal.
La principal interesada en que todo se aclare a plenitud es la presunta ganadora de la elección, Roxana Rubio.
Si alguien mintió o cometió delito, debe ser señalado públicamente y denunciado ante las instancias correspondientes.
Eso de que la ropa sucia se debe lavar en casa no puede servir ni como pretexto ni como complicidad, y resulta muy irresponsable y muy ingenuo creer que para no ahondar las diferencias es mejor un mal arreglo que un buen pleito.
Se va a saber.
ESTAMOS JODIDOS
Un PAN madreado y un PRI lleno de traidores nos llevan a un Sinaloa en el que los dos principales partidos de oposición son más remedos que alternativas reales.
Qué esperanzas podemos tener los sinaloenses que anhelamos gobiernos honestos y capaces, cuando la realidad política nos aplasta por la falta de contrapesos a la dictadura de la cuarta transformación.
De nuestros “representantes populares” en el Congreso del Estado, la situación está también para ponernos a llorar.
La mayoría hace lo que se le pega la gana, burlándose descaradamente del pueblo, impunes gracias a las cobardías y a los valemadrismos de quienes prefieren vivir arrodillados que perseguidos.
Habrá que ver si Movimiento Ciudadano surge realmente como alternativa o si termina también valiendo cheetos en el supuesto de ser otra comparsa enmascarada del mesías.
LA RATERA AUSTERIDAD
El Senado de la República gastó casi tres millones de pesos en la impresión de dos libros del senador morenista Ricardo Monreal.
La contradicción de impulsar públicamente medidas de austeridad, mientras en lo oscurito se gastan ilegalmente el dinero del pueblo.
Pero no se extrañe, amable lector; así son los políticos de hoy, más arbitrarios y cínicos que nunca.