Sobre el camino Benjamín Bojórquez A un siglo es pertinente una reflexión de cómo han evolucionado los modelos educativos en México. Ante ...
Benjamín Bojórquez
A un siglo es pertinente una reflexión de cómo han evolucionado los modelos educativos en México. Ante las grandes dificultades de la práctica docente, ante los errores y desaciertos de las políticas educativas, ante las trabas burocráticas, los maestros pueden adoptar dos actitudes o quedarse perplejos y pasmados, no haciendo nada o “nadando de muertito” en las inercias de los programas de actualización, o decidirse a hacer algo por sí y para sí proponerse conquistar su profesión porque la aman y entonces crecer con otros colegas aprovechando las oportunidades de su alcance. La semana pasada presenté una charla con un personaje de la comunidad educativa de Sinaloa, bajo la temática “Retos y Perspectivas de la SEP a cien años de su fundación”. El propósito no fue el de celebrar un acontecimiento, que sin duda históricamente marcó un cambio importante en el desarrollo de la educación en el país, sino el de reflexionar cómo han evolucionado en específico los modelos educativos en México y cómo a falta de una política educativa más allá de los sexenios, existan rompimientos importantes de aquellos planteamientos y programas que, analizados a profundidad, han aportado beneficios a la educación mexicana. Por ello, se sigue requiriendo de la necesaria reflexión acerca de la orientación y el contenido que permitan guiar la transformación progresiva de la política educativa. Sabemos que las reformas educativas están influidas por las agendas de los actores políticos en el corto plazo, pero precisamente por eso, no debieran ser objeto de una mera sustitución sin tomar en cuenta los aprendizajes, aciertos o desaciertos derivados de su implementación. Todas las reformas deberían ser revisadas de manera constante y con cortes temporales establecidos de manera objetiva, de tal suerte que las decisiones de mejora puedan estar debidamente sustentadas, considerando de manera especial, las voces que expresen la experiencia y los puntos de vista de los distintos actores involucrados en su desarrollo y las opiniones de quienes son responsables de su aplicación. Los asistentes a la charla realizaron una serie de preguntas relacionadas con lo expuesto, que comentaron, implican una serie de problemáticas ante los cambios en los modelos educativos que siempre van acompañados de fines políticos que demeritan al anterior sexenio que antecede y no permiten concretar ninguno. Sus intereses se centraron en temáticas como la de la planeación e implementación de la participación social; la efectividad del trabajo con las comunidades de aprendizaje y si la SEP conoce y valora la propuesta de comunidades de aprendizaje como modelo educativo; las repercusiones actuales del pensamiento “vasconcelista” en la política educativa, la influencia de los organismos internacionales en el Sistema Educativo Mexicano, así como el impacto de la globalización. Se mostraron preocupados ante lo que hay que hacer cuando se tiene muchas ganas de transformar, pero se trabaja en una escuela donde se tenía todo y ahora son huérfanos; porque ninguna autoridad aporta, solo saquea, así como los dilemas a los que se enfrentan cuando las actividades escolares han sido modificadas.
GOTITAS DE AGUA:
Y en cuanto a las reformas y los retos que afrontan los docentes, ¿cómo aplicar un programa intersectorial de tal manera que no afecte la transición de una reforma a otra y especialmente, en la transición del alumno en el proceso de enseñanza y aprendizaje? ¿Hay programas actuales de la SEP para la profesionalización docente que tomen en cuenta sus necesidades? ¿Cómo manejar las situaciones de género en la realidad cotidiana de las escuelas? o ¿Qué ocurriría con la evaluación si en lugar de la que les indican, a los aprendientes serían evaluados por su capacidad para evaluar y autoevaluarse? Como puede leerse, en cualquier acercamiento con docentes, siempre hay inquietudes que muestran las problemáticas que enfrentan en su quehacer cotidiano, especialmente cuando el discurso de la revalorización docente sigue siendo palabra muerta. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos el Lunes”…