Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea. Dicen que las locuras de un “duende” se vuelven apócrifas cuando se tiene certeza de una mal forma...
Sobre el camino
Benjamín Bojórquez Olea.
Dicen que las locuras de un “duende” se vuelven apócrifas cuando se tiene certeza de una mal formación congénita o viceversa a los propios sueños y soledad misma. El país se ha convertido en una “subasta”. Me explico: En enero de 2020, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, inició la mayor de sus ocurrencias, rifar el avión presidencial “José María Morelos y Pavón”. Dicho sorteo organizado por la Lotería Nacional se propuso por la cantidad de 6 millones de cachitos de 500 pesos cada uno. Y así fue como el gobierno federal y la Lotería Nacional realizaron el primer sorteo para dar de premio el valor en efectivo del avión presidencial, que recaudó 2 mil 342 millones 900 mil pesos y 100 premios de 20 millones de pesos cada uno. A un año de ese sorteo, donde 13 hospitales resultaron ganadores, cuatro de ellos han declarado a diversos medios de comunicación que no han recibido el premio económico; ocho ya lo recibieron y solo uno lo recibió y ya utilizó el recurso; el Instituto Nacional para el Bienestar (Insabi) no ha comprobado cómo y cuándo recibió el dinero que debió entregar a todos los hospitales sorteados. Entonces, ¿cuánto tiempo habrá que esperar? Pero eso no es todo, la semana pasada, del mismo 15 de septiembre, se realizó otra rifa, ahora con motivo del aniversario del inicio de la Independencia, el gobierno federal, en coordinación con la Lotería Nacional y el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep). Un día antes, en el pleno de la Cámara alta el grupo parlamentario de Morena y sus aliados aprobaron la Ley General de Bienes Nacionales y los artículos 31 y 38 de la Ley Federal para la Administración y Enajenación de Bienes del Sector Público. Es decir, ahora el gobierno podrá recurrir a los sorteos para “enajenar bienes nacionales que no puedan ser vendidos”, además que no tengan utilidad para el servicio público y que generen gastos presupuestales; en otras palabras, la Cuarta Transformación “subastará” el patrimonio de la nación. Bajo las falsas promesas de “beneficiar hospitales, becas a deportistas” y un sinfín de ocurrencias que saldrán en lo que queda de este gobierno, Movimiento de Regeneración Nacional malbaratará al país para así continuar con sus programas clientelares; la única puja que le interesa al realizar estas subastas es generar ingresos para sus propósitos de continuar en el poder. Las rifas del presidente de la República solo son para financiar sus circos, ya pasó de la rifa del avión sin avión, y el pasado 15 de septiembre un palco del Estadio Azteca y otros 21 inmuebles con un valor de 250 millones de pesos. Además de bienes incautados, como departamentos y mansiones que pertenecieron a líderes del crimen organizado, como Joaquín “El Chapo” Guzmán y Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, y según todo lo recaudado será para las becas deportivas.
GOTITAS DE AGUA:
En conclusión: No cabe duda de que este gobierno quiere sacar dinero de donde sea para seguir con sus propósitos electorales y a través de sortear los bienes de la nación, el Ejecutivo federal dispone de los activos del país como si fueran de su propiedad. La Ley General de Bienes Nacionales solo fue el mecanismo para continuar con sus farsas y usar el capital del país a su antojo, quizá el próximo año la Lotería Nacional tenga un cachito que diga “subastar el país”, o sorteará el Bosque de Chapultepec, Los Pinos, Palacio Nacional o alguna institución que el Presidente crea que no tenga ningún tipo de utilidad. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
