Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea La personalidad de Juan S. Millán Lizárraga ha sido uno de los principales componentes que definen ...
Benjamín Bojórquez Olea
La personalidad de Juan S. Millán Lizárraga ha sido uno de los principales componentes que definen a un político de la historia reciente en Sinaloa. Por ejemplo, en el líder mesiánico el discurso es profecía, la palabra dogma y las ideas vienen de lo sobrenatural. Es el defensor de los oprimidos; surgió del pueblo del municipio del Rosario y siempre estará a su lado. Ser un líder vigente en política implica responsabilidad y disponer de recursos para dirigir grupos sociales, desarrollar capacidades para influir, convencer y persuadirlos; motivar y comunicar efectivamente; administrar una plataforma de exposición de distintas corrientes y pensamientos políticos, que genere notoriedad; perfeccionar los talentos personales con base en una severa disciplina; entender el funcionamiento de las instituciones y aplicar la inteligencia y las habilidades en beneficio del pueblo; desarrollar estrategias efectivas para imponerse a los obstáculos, a la gallardía y a los opositores; mantenerse vigente, generar impacto y asumir el poder como vía de transformación. ¿Debería de voltear 180 grados Rubén Rocha Moya y así buscar el consejo del personaje mencionado? Por supuesto que sí, claro está, implica comunicarse y buscar esa conexión para que exista un resultado entre los aprendices de los amigos. Además de estos elementos, consideramos que el discurso, la oferta, propuestas, trayectoria, objetivos, contexto, posicionamientos, ideología, formación, valores, perspectiva, proyectos, programas y la personalidad de Don Juan Millán son los componentes a partir de los cuales podemos definir y distinguir diferentes estilos de liderazgo político vigente: Todas las corrientes políticas respetan al oriundo del Rosario, incluso personajes de derecha e izquierda a nivel nacional le rinden pleitesía y una amistad fraterna. Muchos políticos consideran su origen e identidad como la base de su persuasión. Son mujeres y hombres que Don Juan Millán ha forjado por su propio esfuerzo y mano amiga, orgullos@s de su cercanía, empatía y nacionalismo; identificados con sus comunidades; viven, conviven cercanos al pueblo; son representantes auténticos, sin poses, sin exageraciones; el discurso de Don Juan Millán siempre ha sido y es ligero, entendible para todos; se expresa, se mueve, habla, no pasa penurias, come, viste y se comporta como cualquiera. Su normalidad es la base de su popularidad. Es gente común pero extraordinario por que ha luchado por algo, su sencillez lo hace confiable, con alguien del pueblo en el gobierno es la gente la que va a mandar, así fue su mandato como gobernador que data de (1999 – 2004). Como es como nosotros sabe que queremos, entiende, no traiciona y es directo, es humilde, sigue viviendo como un hombre sencillo y no se esconde de nadie. Por supuesto este estilo se pervierte con políticos de pose que creen que con un viaje en camión, pesero o metro; con una selfie comiendo tacos; algún mal chiste; usando un sombrero de palma con listones; un bailecito o posando junto al bolero se hacen “auténticos líderes”. Por eso es importante la escuela política y la diplomacia que se conjuga en el ADN de Don Juan Millán. Insisto, la necesidad que el gobernador electo Rubén Rocha Moya tendría en su propia liturgia política, enfatizar y canalizar buenas pláticas que ayuden a practicar la tolerancia y mesura del mismo ex gobernador y político vigente de Don Juan S. Millán Lizárraga. Por ello debería propiciar el gobernador electo de Sinaloa una de muchas pláticas con el originario del Rosario, Sinaloa. Hoy en la actualidad no existe un político de esta época contemporánea que ejerza una atracción política especial, a veces subjetiva, subrepticia, indefinible, casi mágica sobre las masas. Nunca ha pasado desapercibido, siempre ha mostrado control absoluto de sus emociones, estabilidad, seguridad y aplomo con los que convence. La ciudadanía, amigos y detractores se alimentan de sus historias, sus vivencias, son estrellas, su voz, sus gestos, sus poses causan impacto y expectativa. Sin duda alguna, Don Juan S. Millán Lizárraga no ha dejado de ser un personaje popular y mantiene su figura en bajo perfil. Don Juan Millán ha dado siempre muestras de sencillez, un gesto de humildad, un abrazo, es como cobijarse a la sombra del poder, es sentir el apoyo, la bondad, un momento digno de alfombra roja política.
GOTITAS DE AGUA:
Seguramente la distancia entre Don Juan S. Millán Lizárraga y Rubén Rocha Moya se recortará, es preciso y punto. Y si parecen estar a la altura de las circunstancias, aun en la vida cotidiana resultaría atractivo, pues profundizan elementos de la historia política como pocos. Al final del día, en política y experiencia brilla aún más que el carisma auténtico. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…