Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Aunque aparece en el registro local de contribuyentes como dada de baja, la Constructora Chocosa est...
Altoparlante
Juan Manuel Partida Valdez
Aunque aparece en el registro local de contribuyentes como dada de baja, la Constructora Chocosa está activa en el pago del impuesto sobre nómina y recientemente incrementó su capital social fijo de 160 mil a un millón de pesos, y su capital social variable en cuatro millones de pesos adicionales.
Negocio a todas luces boyante con un enorme brinco en su capital en acciones, de 160 mil a 5 millones de pesos.
Sucedió lo anterior durante asamblea de accionistas celebrada el primero de octubre del año pasado, con Rubén Rocha Ruiz y Francisco Javier Barrón Sandoval como aportantes en partes iguales, 2 millones 420 mil pesos cada uno.
Ante la contundencia de nuestro Altoparlante de ayer con el documento sobre la casa con valor de 9 millones 384 mil pesos a nombre de Rubén Rocha Ruiz en La Primavera, la percepción prácticamente absoluta que encontramos fue de repudio a lo que se considera evidencia plena de corrupciones en el entorno familiar de Rubén Rocha Moya, candidato de Morena a la gubernatura de Sinaloa.
El mensaje de doña Teresa es demoledor: “van a decir que todo es producto del trabajo honesto, pero ni como genios financieros pueden hacer esas fortunas tan pronto y con una empresita que según ellos mismos tiene muy pocos trabajos, sin influyentismos indebidos”.
Los hechos le dan la razón a esta señora.
Por eso la denuncia formal por tráfico de influencias en contra de Rocha Moya que se presentó ante la Fiscalía General de Sinaloa.
Nuestra columna cayó como bomba en el rochismo, con la evasiva como respuesta por aquello de que nota contestada es nota ampliada.
El problema es que se trata de señalamientos imposibles de eludir, pues marcan con creciente presión a un candidato que habla sin descanso de que luchará sin descanso en contra de los corruptos.
Es aclarar sí o sí, o en la omisión aceptar lo que cada vez más ciudadanos condenan.
Transparencia y rendición de cuentas, sin maromas.
CANDIDATOS EN PELIGRO
Bien argumentada y con sustento legal el reclamo formal en contra del machismo en candidaturas a presidentes municipales.
Las dos principales fórmulas contendientes tienen como candidatos a puros varones en municipios que concentran cerca del 80 por ciento de la población total.
Como clubes de Tobi, tanto Morena-PAS como PAN-PRI-PRD mandaron a mujeres en los municipios más pequeños.
Puro varón en Culiacán, Mazatlán, Ahome y Guasave.
Evidentemente no existe una real paridad, según los criterios establecidos en la constitución federal, la estatal y leyes electorales.
Nada descabellada pues la posibilidad de que la autoridad de la materia pueda exigirle a los partidos que cumplan con el 50% de paridad tanto en el número de ayuntamientos como en el de habitantes por municipio.
CÓMO TE QUIERO, CONDENADOTE
Se ve mucho más PAS que Morena en los eventos de proselitismo por la gubernatura de la cuarta transformación.
La unidad morenista sólo existe en el discurso, con unos pocos de “arriba” amenazados y arrodillados, y con muchos de “abajo” firmes en su repudio a lo que califican como imposiciones, traiciones y burlas.
Los falsos discursos triunfalistas como instrumento para generar una percepción alejada de la realidad que, por soberbios y por arrogantes, les cambió los focos del amarillo al rojo.
La muestra más visible de sus odios son los émulos del Mostachón y el Wash and Wear, claramente identificables dentro y fuera de la transa disfrazada de esperanza.
El patrón y el empleado que no se pueden ver ni en pintura, y que dizque en broma pero muy en serio expresan de manera pública y sin tapujos el repudio y oprobio que cada uno siente por el otro.
Ya ven que la raza no se aguanta, y se comienzan a cruzar apuestas de cuánto tiempo faltará para que bien agarraditos de la mano se vayan de viaje a París, por la salida norte de Culiacán.
Y veremos luego a dos nuevos personajes también llenos de comicidad: el poderoso multimillonario don Laureano y la oprimida esposa doña Paz, consentida ocasionalmente y a conveniencia.
