Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Resulta frustrante padecer el abandono y el valemadrismo existente en el sector salud, y además enco...
Juan Manuel Partida Valdez
Resulta frustrante padecer el abandono y el valemadrismo existente en el sector salud, y además encontrar que los organismos públicos actúan con impunidad y complicidad mediante el cobijo de una normatividad absurda que les permite investigarse a sí mismos, sin intervenciones ajenas, para “resolver” ellos cualquier queja de los enfermos o sus familias.
La Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Sinaloa sólo sirve como intermediaria para recibir quejas contra el IMSS y el ISSSTE; en el primer caso la resolución es en promedio después de ocho meses, mientras que en el segundo hay quejas que siguen esperando respuesta oficial desde hace más de cuatro años.
Estos dos institutos cuentan con un departamento de quejas, y ahí se tienen que tramitar todas las inconformidades por negligencia o atención deficiente.
La parte acusada se “investiga” a sí misma como ministerio público, y dictamina como juez.
Esta es la realidad que nos encontramos al buscar un respaldo institucional que resuelva el trato tan irresponsable que sufre mi cuñado, enfermo grave de cáncer en la garganta.
Mi pobre hermana llora y llora ante la angustia de ver cómo los traen de un lado a otro, entre Mazatlán y Culiacán, para la recepción de radioterapias cuando los equipos finalmente funcionan, y el entrar y salir a urgencias en esos hospitales, por vómitos continuos de sangre.
Los diagnósticos contradictorios de un turno al siguiente, del está muy delicado al casi inmediato se ve muy bien y ser dado de alta, para regresar poco después al mismo círculo vicioso.
Solución parece no haber, salvo el milagro de que recuperen humanismo y vocación de servicio.
Porque, como advertí en una columna anterior, actúan como si prefirieran que los enfermos dejen de vivir, para dejar de “gastar”.
Como en Dinamarca, dijera ya saben quién.
MENTADAS AL FEMINISTA
Videos de manifestaciones femeninas en diversas partes del país, algunas con el grito de “que chingue a su madre López Obrador”.
Como se esperaba, un día merecidamente complicado para la cuarta transformación.
En la Ciudad de México, la polémica de guardias en el techo de palacio nacional con rifles que se afirmó son anti drones.
La obviedad de tratar de impedir que se tomen y difundan videos de las marchas y la llegada al zócalo, con varias vallas derribadas por mujeres.
Repitamos hoy lo que antes señalamos: no todas las manifestantes son pacíficas, y algunas de ellas incurren en abusos y en ilegalidades.
Así es el México al revés, en el que supuestamente está prohibido prohibir.
DELINCUENTE IMPUNE
Acaba de rendir su informe de labores la rectora de la Universidad Autónoma de Occidente, doctora Sylvia Paz Díaz Camacho.
Sigue ahí, como si nada, tras ser exhibida públicamente en toda una serie de abusos de poder que como es la costumbre terminan sin ser castigados.
Cobrar como investigadora sin investigar; meter en la nómina a parientes, amigos y recomendados.
¡No te acabes, autonomía!
