Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea. Presento aquí la primera reflexión sobre los spots que los partidos políticos están presentando en...
Benjamín Bojórquez Olea.
Presento aquí la primera reflexión sobre los spots que los partidos políticos están presentando en estos días. Inicio con el de Morena, el partido en el poder. Me centro en el spot que se ha difundido en mayor número durante estas semanas. Decía el clásico que “lo que resiste, apoya”. La mayor parte de la propaganda partidaria reciente se ha centrado en los “adversarios”. Para Morena estos se agrupan principalmente en el PRIAN. Pero no es el caso de este spot. La referencia a los opositores al gobierno actual es indirecta o tácita. Lo más relevante del spot al que me refiero es que se centra en lo simbólico. Destaca que el presidente dejó Los Pinos, que no usa el avión presidencial, que la corrupción se declaró el principal problema de México. Repite el eslogan de que no puede haber gobierno rico y pueblo pobre. Se trata de logros simbólicos, no de cambios de fondo. Y de símbolos cuestionables. ¿De qué es símbolo el hecho de que el presidente viva hoy en la casa que fundaron y habitaron los virreyes de la Nueva España, y no en la casa que fundó y habitó Lázaro Cárdenas? Que el país pague el mantenimiento de un avión que no se usa, que haya un bien público que se deteriora por el paso del tiempo sin ninguna utilidad, ¿qué simboliza? El Estado Mayor Presidencial desapareció, pero fue sustituido, acertadamente, por un grupo de seguridad que protege al presidente (y con él a la institución presidencial). ¿Qué cambió con eso? Que se declare a la corrupción como “el peor enemigo de México”, y que se avance muy poco en castigar a los corruptos, o que incluso haya en el gabinete y en la familia del presidente algunos sospechosos, ¿en qué sentido es un logro? ¿Simboliza algo? ¿Qué? ¿En qué sentido una mera declaración, sin consecuencias políticas, es un logro? Se puede argumentar que se trata de propaganda política para mantener a los que ya están con ese partido, no para atraer a quienes nunca lo han estado. Mantener las simpatías por el presidente (que son muchas) y por su partido (menores, pero significativas) puede ser una estrategia política razonable. Se puede argumentar también que los únicos logros del partido en el gobierno son simbólicos, y que no hay otra cosa que presentar. O que lo simbólico, en la política y en la vida humana en general, es muy importante. Hay pues distintas perspectivas. Lo cierto es que con esta conducta simbólica del presidente no solo provoca división y rencor, sino también provoca engaño y una real burla hacia la sociedad. “Genio y figura, hasta la sepultura”.
GOTITAS DE AGUA:
La semana pasada la región del Évora en Sinaloa vivió alteraciones políticas, pues es normal, las decisiones que tomó el PRI provocaron escozor al interior del partido en la región sinaloense, ya que las designaciones tanto en Mocorito, Salvador Alvarado y Angostura generaron inconformidad, pues no era para menos, la desazón y la equidad de género determinaron la ruta a seguir y facilitó las designaciones a última hora. Hoy el PRI corre el riesgo de perder en estas tres localidades, pues si se dan candidaturas comunes de Morena con el PAS en la región del Évora el PRI tendría serios problemas para ganar, lo cual aumentaría la posibilidad para que Morena y el PAS tengan éxito en los comicios venideros a mitad de año del 2021. El estruendo en el PRI ya se dio en relación a estos tres municipios mencionados. En ese sentido observo a mi criterio debilidades como lo cité la semana pasada en mi columna “empeñarse a perder”. Los ya postulados candidatos, Oscar Camacho de Mocorito, Liliana Cárdenas de Salvador Alvarado y Aglaee Montoya de Angostura deberán reinventarse y hacer un trabajo muy intenso para poder ser competitivos. “Luego hablaremos de esas debilidades”. “Nos vemos Mañana”…