Altoparlante Juan Manuel Partida Angustia, desesperación y frustración en Mazatlán, por el alto número de mujeres desaparecidas. Nos report...
Juan Manuel Partida
Angustia, desesperación y frustración en Mazatlán, por el alto número de mujeres desaparecidas.
Nos reportan al menos treinta casos en aproximadamente un año, y familiares de esas féminas acusan que las autoridades han sido omisas.
También se lamentan casos de varones desaparecidos, aparentemente en número menor.
Hay testimonios diversos sobre “levantones”, que se dan a todas horas del día y en no pocas ocasiones sin el menor de los recatos.
La queja de que las denuncias formales se reciben en la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas, y guardan el sueño de los justos.
Las familias de los desaparecidos reprochan la falta de empatía y el desprecio por el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, que incluso se ha expresado de manera muy grosera cuando se le pide su apoyo ante las autoridades correspondientes.
Algunas plazuelas y cruceros de Mazatlán muestran por unos días imágenes de las mujeres y varones desaparecidos.
El gobierno no investiga pero sí ordena quitar la “mala publicidad”.
El Instituto Municipal de las Mujeres levanta la voz, pero parece hacerlo en el desierto.
Se demanda la solidaridad de periodistas y medios de comunicación.
En esta situación tan terrible para decenas de familias, el señalamiento de que pareciera que ya nos acostumbramos y que por “normal” tanto desaparecido deja de ser noticioso.
Así de grave.
Hasta cuándo se decidirán a hacer algo, es la obligada pregunta.
¿ES EN SERIO?
Cuánto cinismo en la conferencia de prensa del sábado, organizada por el Químico Benítez.
El querer matarnos de la risa cuando casi se cortan las venas en defensa de los “valores” de la cuarta transformación.
Como si el mentir, robar, traicionar y matar inocentes todos los días fuera de verdad algo muy digno de presumir.
Para completar, el propio Rubén Rocha inició precampaña ayer en Badiraguato y con sus otros datos prometió que hará valer los “principios” de Morena.
Por qué ese afán de querer seguirnos viendo la cara de tontejos.
Saben muy bien que son los peores entre los malos, pero pecan de desvergüenza y confían en que sus seguidores se distinguen también por el muy escaso trabajo de sus neuronas.
El pronunciamiento contra el acuerdo entre Rocha Moya y Héctor Melesio Cuén para ir con candidaturas comunes, surge de los odios personales y de grupo, de seguir madreando al senador, así como de las ambiciones de poder entre quienes ven amenazadas sus posibilidades de ser candidatos y mantenerse pegados a la ubre presupuestal.
Ya que cada quien se ponga las banderas que le corresponden.
Mientras tanto, lomo le vuelve a hacer falta al maestro Cuén Ojeda, víctima de sus propios errores al confiar en quienes no lo merecen.
Ingenuidad que sirve como caldo de cultivo para los parásitos universitarios afectados por los cambios operados por Héctor Melesio como rector de la UAS.
Por eso se le reconoce como líder, y por eso les resulta un estorbo a quienes pretenden una universidad sumida de nuevo en los vicios que tanto daño le hicieron, con esos vividores en lucha abierta para que la rosalina institución regrese a las elecciones con voto universal y directo.
La perversa búsqueda de poder, a costa de la educación y de los sinaloenses.
Reitero mi incredulidad personal de cómo puede Cuén, con tantos años de experiencia en las lides políticas y en la propia universidad, creer y apostar a favor de Rubén Rocha y de Morena.
No son reales amigos quienes lo incitan a agacharse frente a las amenazas y los chantajes.
Ningún liderazgo positivo puede prevalecer y se corre el riesgo de pasar al bando de los malos, si se persiste en aliarse con quienes a todas luces son enemigos del pueblo.
EL “SALVADOR”
De nuevo, la amenaza presidencial de desaparecer más organismos autónomos.
A los corruptos y engañabobos les estorban instituciones como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos personales, el INAI.
El ardid de pasar los entes incómodos al control del gobierno, para que en el futuro las resoluciones sean todas con “lo que usted ordene, su majestad”.
Son los “buenos” de la cuarta transformación, con un dictador insaciable de poder que no se cansa de atropellar nuestros derechos y libertades.