Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea. Esa es una de las tantas frases de los pretensos en sus respectivas conferencias de prensa. Tiemp...
Benjamín Bojórquez Olea.
Esa es una de las tantas frases de los pretensos en sus respectivas conferencias de prensa. Tiempos en que este tipo de políticas de Morena han llevado a este Sinaloa a una cadena de crisis, que sin lugar a dudas les costará en el 2021 de no corregir el camino. Eran las palabras de Quirino Ordaz Coppel cuando busca simplificar, en un movimiento cambiario, que han fraguado a las alianzas y actores debido al nombre del tapado, y con ello surjan las desbandadas que se vayan a dar, ya que lo que se busca es que el nuevo inquilino del tercer piso no solamente encaje con los sectores más prominentes de Sinaloa, sino que también conserve el poder tras el poder. Morena y su transformación está tocando fondo, pues mientras, Rubén Rocha Moya opera en realizar alianzas de facto, la otra tribu se aferra a los nuevos tiempos y congruencia en los actos de beligerancia política y conciliación. Ahora la realidad es totalmente diferente, a pesar de que Morena se mantiene bajo ese pensamiento populista que nada le suma en política, de un manejo centralizado, pues quien quiere tocar las campanas del edén, sabe perfectamente que no hay voluntad y esa conexión, me refiero a, Luis Guillermo “el Químico” Benítez y demás actores como la senadora, Imelda Castro, que tras el encuentro sostenido la semana pasada con Rubén Rocha Moya y el alcalde de Mazatlán deja al descubierto la división o metástasis política al interior de Morena. Hoy ya no es una premisa válida aquella de que un precandidato enfrente una degradación política, necesariamente tenga que pagar la factura con su credibilidad y popularidad fuera de una ideología muerta. Las decisiones equivocadas internas pueden ser el factor que desate una guerra contra los activos morenistas. Sin embargo, hasta hoy, “hay culebra en el agua”. Por ello es que, desde aquellos meses pasados en que la paridad era estable y rentable dentro de los amarres, las decisiones tomadas tendrán siempre su causa y efecto secundario. En primer lugar, porque nada tenía que ver la 4T con esa paz que reinaba mucho antes de la toma de decisiones, pues, en todo caso, se mantenía una atracción y revanchismo a todo lo que no comulgue con la vino tinto, sin embargo, el tiempo vino dándonos la razón, pues la lucha encarnizada por un cargo público tiene a cuesta abajo una crisis muy anunciada en donde “las alianzas están lejos de ser sólidas”. Y en segundo lugar, porque esta armonía podía terminar en cualquier momento. Y así está sucediendo. Incluso en estos momentos de gran turbulencia en Morena el indicador al que más atención le pone Rubén Rocha Moya es al tipo de operación política antes de que se venga la elección, pues mientras Rocha Moya aclara sus dudas al interior de Morena, la estocada y otra opinión de sus propios correligionarios del partido deducen que su mismo partido no está cumpliendo con sus propios ideales y estatutos políticos, de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo sinaloense. Sin duda la operación política de Rocha Moya no es con el pueblo sino con sus mismos compañeros de partido, es decir, su trabajo es al interior, pues pierde ese valioso tiempo para recuperar estabilidad, que de no ponerse de acuerdo entre ellos mismos perderán la elección en el 2021, y considero que otra oportunidad de la izquierda como la actual no volverá en mucho tiempo. Y es que es precisamente ese carácter de Morena que no le permite sumar y sigue con la idea del dizque mundo de la moralidad y generosidad que atrozmente quiere vender a la sociedad sinaloense. A mi criterio es necesario desprenderse de sus atavismos y dejar de crear su dócil compañía, al cual el morenismo lacayo influya en sus propias decisiones pragmáticas. “Cuando cierren la puerta, apaguen la luz”.
GOTITAS DE AGUA:
Tras considerar el hermetismo al interior del PRI en Sinaloa, debido a la urgencia por dar a conocer el nombre del personaje que encabece dicha alianza, el destino puede tomar forma y un rumbo, pues la evidente salida del presidente del Comité Directivo Estatal del PRI está muy cercana, y muchos se preguntarán cual sería el destino político de Jesús Valdés Palazuelos, pues cual sea la decisión, el personaje citado saldrá por la puerta grande, pues su trabajo e institucionalidad le permiten gozar de un buen ambiente de armonía y satisfacción por el propio ejecutivo estatal. Por lo contario, este personaje sería el que pudiera dar la pelea, en donde se realice un posible enroque, Chuy Valdés de candidato a gobernador y el diputado y líder de la fracción parlamentaria del PRI en el congreso del estado, Sergio Jacobo Gutiérrez, brinque a la dirigencia estatal y con un premio de diputado federal Pluri. “Ojo al parche”. “Nos vemos Mañana”…