Sobre el camino Benjamín Bojórquez A lo largo del camino hemos observado a una figura que lejos de ser político es un hombre ...
Sobre el camino
Benjamín Bojórquez
A lo largo del camino hemos observado a una figura que lejos de ser político es un hombre de terracería, de a pie pues. Marco Antonio Osuna Moreno es sinónimo de empuje, de jalar pa delante, siempre integrado en las buenas costumbres, además de cumplir con su labor como funcionario estatal en el gobierno de Sinaloa. No trato de minimizar sus cargos y trayectoria pública, ya que es más importante verlo en una óptica más humana y social, ser reconocido por su trato y su elocuencia. La política tradicional jamás se ha caracterizado por ser un terreno fértil para la humildad. Sin duda parte de los problemas de una determinada concepción de la democracia representativa, lo cual reside en prácticas arrogantes y actitudes pretenciosas de algunos de nuestros representantes. Estos déficits son, muchas veces, algo más que una conducta personal y reflejan la punta del iceberg de la corrupción en la gestión honesta de los recursos y las responsabilidades mixtas. Y también una concepción de la autoridad política basada en los privilegios y no en el servicio público. La humildad del funcionario citado se opone a la autosuficiencia, a la arrogancia, a la soberbia, valores más propios de los autoritarios que de los demócratas. De los reaccionarios más que de los innovadores. En tiempo de hiperliderazgos mediáticos y de superhéroes sociales, la humildad, poco a poco, ha comenzado a recuperarse como una virtud política que los ciudadanos valoran, y mucho. El subsecretario de Planeación y Vinculación Social de la Sedesol en el gobierno del estado en Sinaloa, Marco Antonio Osuna, por verbi - gracia, ha logrado convertirse en un ciudadano de lucha, por su carácter campechano, por su sobrio rancho, por su Tahoe Gris modelo 2009 y, también, por su modestísimo vestuario. Tanto es así que ha sido definido en varias ocasiones como un personaje diferente a muchos. Quizá, por esta misma razón, sea uno de los políticos más valorados y respetados en su tierra norteña del Municipio de Ahome, Sinaloa. La sencillez de Marco Osuna no es un posado, ya que en sus apariciones públicas como funcionario se ha convertido en un casi militante de la humildad. Es auténtico, y conmueve por su sinceridad. Hoy el mejor ejemplo de liderazgo humilde lo encontramos fuera de la política, aunque también en una figura pública de eco local. Sin duda alguna, Marco Antonio Osuna, es quien está contagiando a las circunstancias y condiciones para poder ser un candidato fuerte a la Alcaldía en la tierra cañera. Como funcionario ha logrado imponer un estilo modesto y humilde. Un hombre que se ha paseado por las calles del casco urbano, así como también en las sindicaturas y ejidos de Los Mochis, Sinaloa, donde se confunde entre la gente. Con experiencia. Honrado. Diligente. Fuerte. Eso necesita la tierra cañera de Los Mochis, Sinaloa. Si tratamos de dibujar el perfil del candidato perfecto en el PRI para la Alcaldía de Ahome tendríamos una lista de atributos, llenaríamos folios y más folios y, probablemente, no daríamos con los nombres que más se van a repetir en la frontera del norte de Sinaloa derivado del mismo liderazgo que ha impuesto el sub secretario de Planeación y Vinculación Social de la SEDESOL en Sinaloa. ¿Y porqué suena fuerte y es un fuerte aspirante? Porque los ciudadanos saben la diferencia entre alguien que busca su aprobación y alguien que busca su respeto. No siempre tienes que ser popular para tener éxito. No necesitas gustar a tu gente, pero su respeto es esencial. Deben notar que Marco Antonio Osuna es una persona íntegra y que está esforzando en asociar la virtud de la humildad a otras virtudes políticas y, especialmente, a la actitud de respeto a la ciudadanía, la que realmente vale. En la política democrática es fundamental el respeto del político, del representante, a los ciudadanos, a sus representados. En este sentido, la humildad es una muestra más de esa actitud básica de respeto.
GOTITAS DE AGUA:
¿Pero un buen político nace o se hace? Las dos cosas, Marco Osuna es sencillo así como también escucha la voz de la necesidad y, que como un auténtico pretenso su reacción siempre ha sido a medida y reconocida unidad y suma ante todo aquel que no comulguen con él, es imposible que todos sigan una misma línea, pero aquí el tema es, que estamos en el tiempo correcto para que Marco Osuna de ese salto cualitativo y en base a su determinación tenga ese momento exacto para brincar a las grandes ligas de la política, pero no a esa base del confort, sino a la que fue hecho con un estilo práctico y sin frac ni condecoraciones. Marco Osuna es un hombre cercano a la gente, que entiende a la perfección a los electores enormemente desencantados, donde la intención del voto es impredecible. Y ahora que Marco Osuna despertó del sueño de los justos, tiene la inteligencia de asumir el buen desempeño al frente de una nueva encomienda, ya que no es fácil transitar, cambiar el chip y convivir con distintas figuras y conductas políticas de todo el esqueleto político de Sinaloa. “Nos vemos Mañana”...