A cinco años de su impacto, la Semar y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas limpian los desechos arrastrados por el hurac...
A cinco años de su impacto, la Semar y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas limpian los desechos arrastrados por el huracán Odile en Baja California Sur.
En coordinación con buzos del lugar y el municipio, extraen más de 500 llantas, ocho automóviles, decenas de estructuras de fierro, tubos de PVC y otros restos de basura de la bahía de Cabo San Lucas.
Asimismo, se limpia el desastre de la tormenta tropical Lidia de 2017.
Dado que en la época de lluvias el arroyo Salto Seco desemboca sus aguas en la bahía, desde los fenómenos meteorológicos se ha arrastrado hacia el mar la basura de los habitantes que se asentaron en la bahía.
“Nuestro esfuerzo se ha enfocado principalmente en las playas del Médano, las conocidas aquí como Ocho Cascadas y Hacienda; hemos estado recolectando todo tipo de plástico, es el desecho más abundante”, indicó María Josué Navarro Sánchez, subdirectora del Área de Protección de Flora y Fauna Cabo San Lucas.
A mediados de febrero se intensificó la limpieza del fondo marino y playa que cada domingo se realiza para extraer la basura, y aunque se han sacado vehículos, faltan otros más los cuales podrían dejarse ahí dado que se requiere maquinaria especial para sacarlos.
Miguel Alighieri, instructor de buceo y presidente del Consejo Asesor del APFF Cabo San Lucas, señala que los automóviles se encuentran a entre 10 y 30 metros de profundidad, y que ya se han convertido en arrecifes, sin representar peligro alguno.
Por desgracia, aunque logren limpiar el fondo marino, la problemática persistirá, ya que “el asunto inicia cuenca arriba, desde las casas”, pues los habitantes utilizan los arroyos como tiraderos. Es así que las autoridades buscan sensibilizar a la población.
Con información de Milenio