Al hablar de Scott Walker, una de las primeras cosas que se menciona es su capacidad de innovación, misma que inspiró a grandes de la m...
Al hablar de Scott Walker, una de las primeras cosas que se menciona es su capacidad de innovación, misma que inspiró a grandes de la música como David Bowie, Pulp Radiohead, U2 y Jarvis Cocker, por mencionar a algunos. Por eso ayer, su partida conmocionó a artistas que lo vieron como un ídolo como Tom Yorke.
Sin precisar la fecha ni causa de su deceso a los 76 años, su discográfica 4AD ayer anunció la noticia en Twitter. “Con gran tristeza anunciamos la muerte de Scott Walker. Fue un titán único e innovador a la vanguardia de la música británica: audaz y cuestionador, ha producido obras que se atreven explorar la vulnerabilidad humana y la oscuridad impía que rodea”, escribió.
Scott Walker de ser un referente del pop en los años 60 como vocalista de The Walker Brothers conquistando con temas como “The Sin Ain’t Gonna Shine (Anymore)”, pasó a ser un músico de vanguardia en este siglo.
Con The Walker Brothers se caracterizó por ofrecer majestuosos arreglos orquestales, que fueron imposibles reproducir en vivo, por lo que el grupo tuvo que introducir canciones más bailables. En 1967 Walker se independizó prefiriendo los clubes nocturnos a los shows en grandes foros.
Aunque su talento contagió a distintas generaciones, fue poco conocido a nivel masivo y se mantuvo sólo en la esfera de los conocedores. Muestra de ello fue la despedida que ayer le dio Yorke, líder de la banda intérprete de “Creep”: “tuvo una gran influencia para Radiohead y para mí mismo, mostrándome cómo podía usar mi voz y mis letras”, expresó en su cuenta de Twitter.
Walker, quien nació en Ohio, Estados Unidos, se caracterizó por tener una voz grave y potente, la cual es recordada en tres álbumes clave en su carrera en solitario: Scott, 2, 3 y 4.
La década de los 60 fue la más fructífera, pero en los 80 y 90 dio muestra de las experimentaciones musicales que exploraba y que quedaron en filmes como Pola X, de Leo Carax. También destacan sus composiciones basadas en la política, la guerra y la tortura; o sobre reflexiones sobre Mussolini, Pasolini y Adolf Eichmann.
En esa época también lanzó Climate of The Hunter (1984) y Tilt (1995), que tuvieron buenas críticas pero pocas ventas.
“El alcance y el dinamismo de su visión han agregado dimensión tanto al cine como a la danza y ha sorprendido al público con música cuya composición trasciende el género y cuya originalidad desafía el encasillado”, agregó su disquera. En algunas coreografías de ballet y teatro la música de Walker estuvo presente.
Hacia el año 2000 decidió salir de la penumbra con Jarvis Cocker, quien le confió el disco We Love Life. En esa época también lanzó los álbumes The Drift (2006), Bish Bosch (2012) y Soused (2014). Su último trabajo fue en la película protagonizada por Natalie Portman Vox Lux.
Aunque siempre se mantuvo lejos de los reflectores, quizá el acercamiento más profundo a este artista está en Scott Walker: 30 Century Man, documental en el que leyendas como David Bowie, Brian Eno, Sting, Thom Yorke, Jarvis Cocker, Damon Albarn y Johnny Marr se dan cita para celebrar la carrera de este grande de la música.