La reducción de impuestos y un salario mínimo más alto, introducidos por la nueva administración en México en el área de la frontera ...
La reducción de impuestos y un salario mínimo más alto, introducidos por la nueva administración en México en el área de la frontera norte apoyará el consumo en el lado mexicano, destacó Moody’s Investors Service.
En un análisis respecto a las ciudades fronterizas México-Texas expuso que el Presidente Andrés Manuel López Obrador creó una zona fronteriza compuesta por 42 municipios, algunos de los cuales están al otro lado de la frontera desde las grandes ciudades de Estados Unidos.
“En consecuencia, es probable que la reciente reducción del IVA apoye el consumo en la región fronteriza, aunque este beneficio podría limitarse en 2019 gracias a una desaceleración esperada en el crecimiento económico general en México”, añadió Moody’s.
Dentro de esta zona, la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA) se redujo a la mitad, a 8.0 por ciento, y las tasas del Impuesto a la Renta (ISR) bajaron en un tercio para 2019 y 2020; mientras el salario mínimo para este año se duplicó a 176.72 pesos diarios, desde 88.36 por día en 2018.
La calificadora internacional de riesgo crediticio señaló que el consumo en México ha sido históricamente algo sensible a los cambios en la tasa del IVA. Por ejemplo, un aumento en el IVA en la frontera a 16 por ciento, desde el 11 por ciento en 2014, coincidió con la primera disminución en cinco años del gasto minorista en los seis estados fronterizos de México, recodó en el documento.
Si bien un mayor poder adquisitivo en México tiene el potencial de generar un desbordamiento positivo para la actividad minorista en las ciudades fronterizas de Estados Unidos, una tasa del IVA nacional más baja podría inducir a los mexicanos a gastar más en casa, dependiendo de la disponibilidad del producto y la facilidad para cruzar a territorio estadounidense.
No obstante, comentó que las ciudades en esa zona están vulnerables a las tensiones políticas, por lo que lo retos a los que se enfrentan incluyen la incertidumbre en torno al T-MEC y a las modificaciones en la política económica mexicana.