La duda resulta más perturbadora que la misma derrota. La temporada de los Pumas de la UNAM pareciera que ya está definida; están e...
La duda resulta más perturbadora que la misma derrota. La temporada de los Pumas de la UNAM pareciera que ya está definida; están en el puesto 14 con apenas 10 unidades; sin embargo, su timonel, Bruno Marioni, aún no tira la toalla; a los felinos se le vienen una seguidilla de encuentros bastante trascendentales y buscan ahí la motivación para hacer la hombrada de este semestre. Ésa es la única certeza que hoy se ve en la guarida felina.
“Una derrota nos quitaría todas las posibilidades de clasificar a Liguilla, pero una victoria también nos puede empujar”, aseveró el estratega argentino, quien aseguró que el descanso por la Fecha FIFA fue bastante benigna para la escuadra auriazul.
“La semana que pasó nos ha dado la posibilidad de crecer bastante; nos venimos muy conformes del viaje a Dallas, aunque el resultado fuera empate sin goles”, explicó.
El próximo rival de los auriazules representa la añoranza de lo sucedido hace 15 años, cuando en el Clausura 2004 los Pumas de la UNAM ganaron el campeonato por cuarta vez luego de derrotar al Rebaño Sagrado en la final. Después de un empate a uno en el Estadio Jalisco, se produjo una igualada a cero en el Estadio Olímpico Universitario, por lo que se requirió decidir todo en los penaltis, donde los del Pedregal se impusieron por 5-4.
Desde aquella ocasión a la fecha la enemistad entre ambas escuadras se ha alimentado de forma nutrida y este fin de semana se enfrentan en un choque, que a decir por Bruno Marioni, es ya un clásico.
“Hay tres o cuatro clásicos que se pueden decir nacionales. Pumas-Chivas es uno de los que se ha convertido en un clásico; se fortaleció mucho más en 2004 con los desplegados, las apuestas, que les ganamos y obviamente cada vez que enfrentas a Chivas, porque también es un equipo muy grande en México, tiene un sabor especial y son partidos que, como siempre dije, pueden marcar un antes y un después”, argumentó el también exjugador de los felinos.
El Barullo insistió en que enfrentar a los rojiblancos resulta una experiencia excelsa para ambas instituciones y para el balompié nacional.
“Nunca es un partido más. Estaría bueno que nos enfrentemos en una final y seguramente tiene mucho más color que estemos en una final, pero son dos grandes instituciones y creo que, más allá de todo, son partidos muy buenos para todos. Siempre prefieres que tu rival no llegue con confianza o buen funcionamiento, pero en un clásico, la motivación hace que se dé todo vuelta. Nosotros no estamos bien. Chivas no está bien y puede ser un partido muy importante en los aspectos positivos y negativos para los dos”, expuso.
Finalmente, ya con el orgullo a flor de piel, el oriundo de Paraná, Argentina, señaló que la hinchada auriazul siempre se ha hecho presente en todos los cotejos en los que le ha tocado estar.
“A mí no me ha tocado ver nunca superioridad rival en CU, me ha tocado ver que Pumas genera superioridad en la afición y no tengo duda de que esta semana va a pasar. La afición universitaria es muy fiel y vamos a tener superioridad fuera de la cancha y esperemos también dentro”, concluyó.