Altoparlante Por Juan Manuel Partida Valdez Severamente preocupados andan varios suspirantes a las principales candidaturas del M...
Altoparlante
Por Juan Manuel Partida Valdez
Severamente preocupados andan varios suspirantes a las principales candidaturas del Movimiento de Regeneración Nacional en Sinaloa, ante la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador pacte aquí rumbo a las elecciones del próximo año una alianza con el Partido Sinaloense.
Preocupación que linda con el pánico, en virtud de las tarjetas informativas que señalan que el PAS es la segunda fuerza electoral en la entidad, en actividad social y política permanente, con crecientes simpatías ciudadanas.
Algunos de los paisanos temerosos de un acuerdo entre MORENA y el Partido Sinaloense, se esfuerzan por pintar a Héctor Melesio Cuén Ojeda como un aliado de las mafias del poder; que fue alcalde ciudadano de Culiacán, pero postulado por el PRI, y que estuvo muy cerca de ser candidato del PAN y del PRD a la gubernatura.
Como si no supieran que Andrés Manuel antes fue priísta y luego perredista; como si ignoraran que viene sumando a gente de casi todos los otros partidos, como premisa indispensable para que de verdad la tercera resulte la vencida.
Los morenistas sinaloenses, algunos de hace rato y otros nuevos, quieren que su partido vaya solo, y que las candidaturas federales y locales queden entre los que ya están ahí y que han trabajado para la organización.
Le deslizan a López Obrador la alternativa de algunos candidatos ciudadanos que signifiquen sumatoria de votos, pero con el subrayado de que debe ser gente sin partido.
Y es que, por increíble que pueda parecer, sobran en este movimiento quienes en Sinaloa se sienten generales, cada uno de ellos con muchos miles de sinaloenses relinchando por seguirlos.
FRENTE DE MITÓMANOS
En la presentación del Frente Ciudadano por México, los dirigentes en Sinaloa del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano andaban eufóricos, optimistas, muy incluyentes.
El propósito es sumar, subrayaron, y con nombres en las preguntas señalaron la posibilidad de que Mario López Valdez, Gerardo Vargas Landeros y Héctor Melesio Cuén Ojeda fueran candidatos a un puesto de elección popular; ahí están las notas informativas, con audios y videos incluídos.
Y luego el repentino cambio de canal; el dirigente del MC, Mario Ímaz, rechazó que Malova y Vargas Landeros estén considerados.
En la duda, contactamos a Gerardo Vargas por whatsapp, y le dejamos aquí su respuesta: “me hablaron del MC, directamente Mario Ímaz (para negociar una candidatura), y les dije que no”.
Casi como confesando, el dirigente panista Sebastián Zamudio dijo que “con Cuén todavía no hemos platicado”; entendamos entonces que si el pasista termina diciéndoles que no, volverán a hacerse los dignos y dirán que ellos, los del frente, le cerraron las puertas.
ENLADRILLADO
Me asalta por ratos la idea de que valdría la pena volver a votar por López Obrador, pero más tardo en asumirlo que el mismo peje en advertirme y convencerme del grave error que cometería.
La más reciente demostración de su autoritarismo la dio con su llamado a Ricardo Monreal a que piense muy bien si quiere quedarse “con el cambio o con el régimen de corrupción”.
Después de pisotear con una burda encuesta cachirul a quien le fue leal durante muchos años, ahora lo amenaza públicamente.
Además del ya risible narcisismo del tabasqueño: quienes no están con él, son corruptos, miembros de la mafia del poder, mexicanos ambiciosos y sin ideales.
Tengo que admitir, a mi pesar, que es un peligro para México.
El dilema, hay que insistir, es que parece que para donde miremos las cosas se ven casi iguales, y hasta peores.
Un poco de humildad le sería de gran utilidad al tabasqueño, que corre el peligro de convertirse otra vez en su peor enemigo.
Urge que le baje unas rayitas, como dice la plebada.